Las peores formas de gastarse el dinero

Sin duda, el gasto de dinero en cosas «tontas» a lo largo del día es algo habitual. La mayoría de la gente, no se da cuenta de la cantidad de dinero que hasta en cosas que pueden ser incluso perjudiciales para su salud, y que podrían destinar ese dinero a inversiones muy seguras, que les supondrían un beneficio seguro. Por supuesto, es una situación habitual, y que ha estado siempre. Ahora que se acerca la Navidad, tenemos una de los más habitual, la lotería.

Loteria. A lo largo del año muchas personas gastan cientos de euros en lotería y apuestas, y la mayoría de las el dinero que hubiésemos ganado en una inversión es mucho más que el que hemos podido ganar en lotería (que generalmente son pérdidas). Y algo que es pero, muchas personas se piden incluso créditos para poder comprar lotería, sin duda una acción que ni de lejos se acerca a lo que pudiera hacer un buen broker o inversor.

 

ahorro

Tabaco. Uno de los gastos que se podrían eliminar del todo es el del tabaco. Además de estar gastando dinero, supone atentar contra nuestra salud, como avalan numerosos estudios. Una cajetilla de tabaco, cuesta unos 5 euros. Teniendo en cuenta que puedan comprar 2 cajas a la semana, supone ya un gasto mensual de 40 euros, y uno anual de 480 euros al año. Si metiésemos esto en un fondo de inversión o en un depósito a un año, podríamos un ingreso de más de 500 euros.

Multas de tráfico. Los cierto es que aunque digamos que «fue inevitable» siempre son evitables. Pasarse del límite de velocidad, saltarse un semáforo, o pasar una línea continua. Siempre somos conscientes de lo que hacemos. No hay excusa posible. Llevar la última multa que hemos tenido pegada al salpicadero puede ser un buen método para no olvidarlo.

Inyecciones de bótox. A no ser que tengan otra finalidad, como la mejora de las migrañas, el uso del bótox para estirarse la cara es tirar el dinero. A lo largo de varias sesiones, la cara se deforma y parece totalmente antinatural. Siempre llegará el momento de dejarlo, y será cuándo se produzca un cambio drástico en la cara, y mucho peor que el que hubiéramos tenido de forma natural. 

Todos estos gastos son absurdos, y puede suponer un ahorro de hasta 1.000 euros al año. Una cantidad que podríamos invertir o destinar a nuestro plan de pensiones.

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