Curiosidades sobre la «bancarrota»

A lo largo de nuestra vida financiera pasamos por muchas situaciones, y una de ellas puede ser la bancarrota. Hay muchas «teorías» sobre esta situación que supone el nivel siguiente a la suspensión de pagos, y en la cual el negocio en cuestión o las finanzas personales se encuentran en una situación insostenible. Pero  son muchos los que opinan que la bancarrota puede ser la solución a sus problemas, y por fin dejar de pagar esas deudas que tanto le martirizan. Pero nada más lejos de la realidad.

Como todos sabemos, el futuro es incierto y nunca saber lo que pasará de aquí a mañana , sobre todo en temas de inversión. Por eso, hay que tener muy claro qué queremos y cómo queremos hacerlo, y estudiar bien los pros y contras. En relación a la situación de bancarrota, hay que tener en cuenta:

inversión

1. La situación sigue siendo la misma

Una persona que se declara en bancarrota quiere decir que no está capacitado para pagar las deudas y gastos que tiene, ya que sus ingresos no son suficientes. Es cierto que en esta situación, ya no sufrirá una persecución continua por parte de bancos y empresas de crédito, pero no se van a terminar los problemas. Lo que hay que averiguar es cómo salir de ahí y cómo generar ingresos. Habrá que cambiar todo lo que hemos hecho hasta ese momento, que claramente no ha sido lo correcto.

Además es posible que la bancarrota nos suponga un coste adicional. Papeleos, abogados, tasas judiciales. Por supuesto va en función de cada situación, pero nada nos exime de pagar. 

2. Siempre permanecerá en su memoria

Es cierto que muchas empresas han salido de malas situaciones y se les ha reconocido su capacidad de cambio y de crecimiento, pero no siempre es así. Generalmente la situación de bancarrota es algo que se sabe y lo más probable es que vaya con nosotros durante años. Nos costará más acceder a un crédito y no muchos querrán invertir en nuevas empresas o proyectos. Hay que tener paciencia ya que todos hemos tenido una mala racha. Si sabemos llevar bien la situación y salir a flote se nos reconocerá por eso. 

3. Los acreedores

Para cualquier empresa en bancarrota llega el momento de hablar con los acreedores. Esos que nos han prestado dinero, y que lo quieren de vuelta, tratarán de hablar con nosotros y de llegar a un «acuerdo» quizás con más facilidades que les permita más a largo plazo recuperar todo o parte de sus ahorros. Pero también es posible que tengamos un golpe de suerte, ya que puede querer comprarnos nuestra empresa y darle un giro. Nunca se sabe cómo pueden reaccionar.

La bancarrota, sobre todo en estos últimos años, es una situación habitual pero que no tiene que suponer un punto negativo para toda la vida. Son muchas empresas importantes las que han pasado por esta situación e inversores y hombres de negocios de renombre. La bancarrota es una prueba difícil pero que se puede superar. 

Publicidad