Lo que no te cuentan algunos brókers de CFDs
El mundo del trading con CFDs (Contratos por Diferencia) siempre ha tenido su parte de letra pequeña. Pero en los últimos meses, algo ha empezado a oler peor de lo habitual. Vuelven las comisiones ocultas, esas que no aparecen en la portada de ningún bróker y que, sin darte cuenta, acaban drenando poco a poco tus beneficios.
La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) lo ha visto claro y ha dado un paso adelante. A partir de ahora, va a vigilar de cerca la publicidad de los brókers de CFDs, sobre todo los mensajes que prometen operar sin comisiones o con costes mínimos. Porque ya se sabe: cuando algo suena demasiado bien, probablemente tiene truco.
El problema no es nuevo, pero sí más evidente. En un momento donde el número de pequeños inversores ha crecido y el acceso a plataformas de trading se ha democratizado, algunos brókers están aprovechando la falta de experiencia de muchos usuarios para aplicar tarifas que no siempre se explican bien. O directamente, no se explican.
Qué tipo de comisiones están detectando (y cómo te afectan)
La realidad es que, aunque el bróker diga que no cobra comisión directa por operar, eso no significa que operar con él sea gratis. Ni de lejos. Hay estrategias que rozan lo dudoso y que, en conjunto, pueden dejarte una rentabilidad muy por debajo de lo que esperabas. Y lo peor: sin que te des cuenta hasta que ya es tarde.
Una de las más habituales es el spread inflado. Es decir, la diferencia entre el precio al que puedes comprar y vender un activo. Si ese margen es mayor de lo normal, estás pagando más cada vez que haces clic para entrar o salir de una operación, aunque no lo veas como una comisión directa.
Luego están las comisiones por inactividad. Si te pasas unos meses sin mover ficha en tu cuenta, te cargan una penalización. No importa si tu dinero está ahí, parado. El sistema castiga la pasividad. Y también hay casos en los que retirar tus propios fondos implica pagar una comisión adicional, como si sacar tu propio dinero fuese un lujo.
Todo esto, sumado, puede suponer una diferencia de cientos de euros al año, sobre todo si operas con frecuencia o mueves cantidades considerables. Y lo más preocupante es que muchos de estos costes están enterrados en documentos técnicos que pocos leen.
La CNMC ya ha dicho que va a ir a por esto. Su foco está ahora en los mensajes que prometen “sin comisiones”, “operativa gratuita” o “costes bajos” sin especificar bien de qué están hablando. Y es que la transparencia es clave, especialmente en un entorno como este, donde la información mal presentada puede llevar a errores de peso.
Si tú estás usando una plataforma de CFDs o estás pensando en empezar, toca estar más atento que nunca. No te dejes llevar solo por la apariencia o por la promesa de operar barato. Mira bien las condiciones, investiga un poco más de lo habitual y, sobre todo, desconfía de lo que no esté explicado con claridad.
Esto no va solo de perder unos euros. Va de operar con seguridad y con las reglas claras. Porque cuando las reglas no se ven, el que pierde siempre es el mismo.