Claves y funcionamiento del staking de criptomonedas

¿Qué es Staking de criptomonedas? Es una pregunta común que tiene que ver con un modelo de funcionamiento de las cadenas de bloques para el que, esta fórmula es la adecuada. Analizamos qué es el staking, quién puede hacerlo, para qué sirve, y qué ventajas y desventajas presenta.

Se basa en el almacenamiento de criptomonedas que quedan inmovilizadas y contribuyen a las tareas de verificación y gobernanza de la cadena de bloques. Profundizamos en esta figura, su funcionamiento, utilidades, beneficios y pros y contras para los usuarios.

Qué es Staking de criptomonedas

El Staking de criptomonedas es un proceso basado en la compra y retención en un billetero digital de criptomonedas. Durante este proceso las criptomonedas depositadas no pueden ser utilizadas, por lo que no existe liquidez sobre dichos activos.

Por qué se hace Staking de criptomonedas

El Staking se utiliza como una herramienta de apoyo a la cadena de bloques de una criptomoneda. El almacenamiento de los activos digitales sirve para la verificación de una transacción en la cadena de bloques. Esto se aplica fundamentalmente en las cadenas de bloques que trabajan bajo PoS o Proof of Stake o similares, en las que el staking es la base de las verificaciones.

Cómo funciona el Staking de criptomonedas

El funcionamiento se basa en los nodos de la cadena de bloques que almacenan las criptomonedas. El modelo PoS hace que los usuarios que mantienen las criptomonedas correspondientes almacenadas para el soporte de la red, por un lado, obtenga ganancia por hacerlo, y por otro lado posean derechos sobre la gobernanza de dicha red. Por ejemplo, a través del voto sobre modificaciones.

Realmente todos los tipos de Staking se basan en lo mismo, el almacenamiento de criptomonedas para el respaldo de la cadena de bloques. La principal diferencia la encontraremos en si se trata de una acción individual, con un único dueño de lodo, o en una acción colectiva en la cual un grupo de usuarios realizan una unificación de activos digitales para ejercer el Staking.

También es posible lo que se conoce como Staking Frío en el que el almacenamiento se puede realizar en un dispositivo de hardware externo. Aunque esto sólo es propio de algunas redes.

Por último, también es posible encontrar entornos especializados que ofrecen la posibilidad de realizar Staking en nombre del usuario a cambio de una comisión, eliminando el proceso de selección y control. No existe una comisión fija, y en algunos casos pueden resultar elevadas.

Pros y contras del Staking de criptomonedas

Hacer Staking otorga al usuario mayores beneficios que las que, por ejemplo, se obtienen a través de la minería de criptomonedas en cadenas de bloques que operan bajo el modelo PoW.

Como contra principal hay que tener en cuenta la necesidad de aportar una cantidad determinada de criptomonedas para poder participar. Por otro lado, desde el punto de vista de la cadena de bloques, contribuye a un exceso de centralización al dejar en manos de los nodos que hacen Staking el control de las verificaciones y gobernanza de la red.

¿Cuándo te interesa hacer Staking?

Existen realmente diferentes motivos por los que hacer staking, aunque no siempre se entienden y toman de la misma manera. Es importante, en primer lugar, saber que estamos operando con activos digitales. Esto significa que vamos a asumir en todos los casos un riesgo ya que es un mercado muy volátil. 

Este aspecto es, sobre todo, relevante cuando se nos presenta el Staking como una especie de depósito al estilo de los tradicionales depósitos bancarios. Esto puede hacernos pensar que, como ocurre con la mayoría de las imposiciones a plazo, estaríamos ante un modelo garantizado en el que no existe posibilidad de pérdida. En primer lugar, esto no es así en ningún caso: no existe ningún tipo de depósito garantizado en el mercado sobre criptomonedas debido a la volatilidad de estos activos. 

Pero, además, incluso si existiera se seguirán corriendo riesgos. Por ejemplo, el riesgo de las pérdidas impermanentes. Por resumir, se trataría de aquellas pérdidas de valor del activo mientras lo tenemos almacenado o depositado. Por ejemplo, imagina que hubieras hecho un depósito sobre Bitcoin justo en el momento en el que se hundió su precio. Incluso aunque el depósito hubiera sido garantizado con un X por ciento, la pérdida de valor del activo durante el momento del depósito haría perder mucho dinero. 

Una situación interesante para este tipo de acciones es cuando se vincula a proyectos futuros. Por ejemplo, hemos visto muchos lanzamientos de proyectos sobre cadena de bloques en los que hacer staking ofrecía ventajas como acceso anticipado, APY u otro tipo de valores añadidos. Pero, también en estos casos corremos riesgos. Por ejemplo, riesgo de que el proyecto no salga adelante o que el valor del activo sea menor de lo esperado.

 Por último, almacenar activos digitales también puede entenderse como una respuesta de mercado. Por ejemplo, en estos momentos de mercados bajistas, puede haber usuarios que entiendan que mantener congelados sus fondos, con una contraprestación de porcentaje de beneficio, es interesante cara a la futura recuperación que se espera. 

En definitiva, no existe un motivo claro por el que se pueda recomendar este tipo de operación financiera, pero, en muchas situaciones puede ser atractivo dependiendo del perfil de usuario que tengas, en el momento de mercado, etc.

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